Ex Bruja Colombiana Combate el Ocultismo y el Aborto con la Oración del Santo Rosario y la Misa diaria

Fue la bruja más famosa de Colombia. Políticos, artistas y narcotraficantes solicitaban sus servicios, hasta que un día se encontró con una religiosa, recibió un exorcismo y abrazó la fe católica que ahora testimonia.

mujer rezando el rosario unrosarioporchile.cl ex bruja colombiana

Hace unos días el diario El Tiempo, de Bogotá, publicó una entrevista en la que la ex bruja colombiana relató los peligros de la brujería, narró con detalles su exorcismo y su sorprendente conversión.

“La gente piensa que no hay nada malo en que le adivinen la suerte”, advierte y asegura que así permiten que el mal entre en ellos.

Ahora es madre de familia, lidera un grupo de oración, viaja por el país advirtiendo de la brujería y promueve la causa pro-vida ayudando a muchas jóvenes a desistir del aborto. Sus principales armas son la oración del Santo Rosario y la Misa diaria.

Entre los ‘70s y ‘80s fue la bruja más influyente de Colombia y su vida forma parte de un libro del periodista colombiano Germán Castro Caycedo, titulado “La Bruja, coca, política y demonio” e incluso sirvió de guión para una telenovela.

Ella comenzó las prácticas de brujería muy joven con una persona a la que solía visitar para que le adivine la suerte. Empezó con la lectura de cartas y el cigarrillo hasta convertirse en “experta”.

Su vida cambió cuando conoció a una religiosa de nombre Alicia. “No sabía quién era. Fue en una iglesia. Yo era dizque católica, iba a misa –pero a misas cortas, porque las largas me daban sueño– pero hacía brujería. Lo único que hice fue cogerla, abrazarla y decirle: ‘Hermana, sálveme, yo hago brujería’. Empezó a orar y me invitó a su convento”.

Recordó que la religiosa “me pidió que rezara el rosario para que Dios nos dejara ver cosas al día siguiente”, expresó.

Luego “cuando nos vimos, la madre oró y yo boté gusanos chiquitos por la boca. Eso me aterró. Era una mujer exitosa, amiga de políticos. Creía tener el mundo a mis pies pero me faltaba lo más importante: Dios. La madre me llevó a donde un monseñor. Hice una confesión de toda mi vida, pero cuando llegué a la casa me llamaron a que hiciera un trabajito y dije: ¿Cuál es la bobada mía de irme a rezar en vez de ganar plata? Volví a caer”.

La mujer empezó nuevamente a practicar la brujería y visitaba también a otros brujos. “La madre Alicia y monseñor me hacían oraciones de liberación, hasta que un sacerdote me hizo un exorcismo.”

“El sacerdote oraba. Escuché una voz que decía que matara al cura, y no sé qué fuerza tuve y le tiré a la garganta y le clavé las uñas; él siguió orando, me puso la hostia consagrada, caigo al suelo, le pido perdón, le digo que ese ataque no había salido de mí y nos postramos ante el Santísimo. Desde ese momento quedo liberada del maligno y puedo retomar mi vida de la mano de Dios”.

En su nueva vida, cuenta que “mis charlas parten de una vivencia y lo único que busco es que la gente no caiga en el error en que yo caí y que no cambien al único Dios que existe por una cantidad de dioses que pululan”.

“Cuando hablo de esto me refiero a que no tenemos la confianza plena en el Señor ni la esperanza en Él. No sabemos pedirle y no lo tenemos como padre. Y creemos que una planta, un brebaje o una herradura tienen más poder que Él”.

“Soy enemiga del I-Ching, de la nueva era, del feng shui, porque todo esto desplaza a Dios y yo quiero llevar a Dios en mi corazón. Hay que pedir fortaleza para no volver a caer. Cuando la gente dice ‘a mí no me entra ningún mal’, yo me río porque para que no te entre nada tienes que estar confesado, comulgado, rezar el rosario. Esas son las armas”, concluyó.

Fuente: ACIPrensa / Portaluz.org / caminocatolico.org

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