15 promesas si rezas el Rosario

joven reza rosario1Según la Tradición de la Iglesia conservada en piezas artísticas del Medioevo, la Santísima Virgen María encomendó a Santo Domingo la devoción del Rosario. Luego serían sus seguidores Dominicos Alano de Rupe (1418-1475) y Santiago Sprenger (1436-1495) quienes más contribuirían a su difusión con Hermandades y Cofradías, donde se enseñaban las 15 promesas del Rosario a quienes regularmente oren a Dios, implorando la mediación de la Santísima Virgen:

  1. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
  2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
  3. El Rosario es el escudo de defensa contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
  4. El Rosario hace germinar las virtudes y también permite que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor al mundo por el amor a Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
  5. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
  6. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada; se convertirá si es pecador, perseverará en la gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
  7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los auxilios de la Iglesia (Sacramentos).
  8. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos de los bienaventurados.
  9. Libraré pronto del Purgatorio a las almas devotas de mi Rosario.
  10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
  11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
  12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
  13. Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
  14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
  15. La devoción al Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.