Reflexión del mes de Enero

Reflexión:

“Dice San Agustín que la oración es la llave maravillosa que nos abre todos los tesoros del cielo. Apenas nuestra oración llega al Señor, desciende sobre nosotros la gracia que acabamos de pedir. Sus palabras son éstas: Es la llave y puerta del cielo… sube la oración y desciende la misericordia de Dios. Esto es tan cierto, que el Profeta-Rey [David] dice que la oración nuestra y la misericordia de Dios caminan siempre juntas. San Agustín nos enseña lo mismo al escribir: Cuando ves que tu oración está en tus labios, date cuenta y ten por seguro que muy junto a ti se halla también su divina misericordia.

“De mí sé decir que no siento nunca mayor consolación en mi espíritu, ni tengo confianza más firme de salvarme, que cuando me hallo a los pies de mi Dios rezando y encomendándome a su bondad. Que Dios oye la oración de quien le reza con confianza es verdad evidente e infalible, como infalible es que Dios no puede ser infiel a sus promesas.”

San Alfonso María de Ligorio