Regalando Rosarios en la Fiesta de Todos los Santos

El rosario ha sido el ancla de mi vida. Aunque con el estudio y trabajo, poco tiempo me queda para tener una vida más activa en la pastoral parroquial. Sin embargo, para la Fiesta de Todos los Santos pude tomarme esos días y viajé a una comunidad llamada “La Higuera” a dos horas al interior de la Serena.

Muy contenta me fui, con un paquete de rosarios de Un Rosario por Chile, a compartir la vida con la comunidad de hermanas Carmelitas Misioneras Teresianas, quienes visitan unas 12 capillas rurales, muy diferentes a las que se conocen en Santiago.

Apenas llegué fui entrevistada por la hermana Ester para la radio San Bartolomé de la Serena, explique cómo nació Un Rosario por Chile, a qué lugares llega, como los rosarios son fabricados en la cárcel, además de contarle sobre el significado que tiene en mi vida personal.

Esa tarde con la hermana Ana, española, nos reunimos con todos los niños que se habían vestido de ángeles y de San Francisco, para celebrar la vida y pedir dulces en las casas. A cambio les dábamos un rosario y santitos. Cada vez que pasábamos por una nueva casa se nos unían más niños felices, en este apostolado que preparamos en una fecha que ha sido invadida por costumbres paganas.

Al día siguiente nos fuimos a Incahuasi. Llegamos a la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en dónde tres niñas que se preparaban para su Primera Comunión, se comprometieron a rezar el rosario por esta campaña. El resto de la comunidad ya preparaba el Mes de María. En la tarde con las hermanas nos pusimos en camino a la comunidad de Los Choros. Providencialmente una ex compañera de trabajo me dijo que pasáramos a ver a su hija y a su madre. La mamá de mi compañera estaba postrada con una enfermedad terminal, y la Valentina, su hija, no puede hablar porque tiene un grave problema en las cuerdas vocales. Rezamos el rosario, conversamos, nos reímos y cantamos. Sin duda vimos a Jesús y María en rostros concretos de esa familia, ya que a pesar de sus problemas nunca han perdido la fe y siempre rezan el rosario todos juntos. “

Yoselhyn Mora, voluntaria de un Rosario por Chile.