¿Se Atrevería a Invitar a Alguien a Rezar Juntos el Rosario?

 Un amigo de Oaxaca, México, me dijo que tiene una tía que va de pueblo a pueblo visitando parroquias donde le invitan a rezar el Rosario. La mayoría de los católicos en esos pueblos, a pesar de saber las oraciones fundamentales para poder rezar el Rosario, sólo se animan a hacerlo cuando alguien lleva el rezo en la parroquia porque ellos no tienen memorizados los misterios ni las letanías opcionales con las cuales quieren concluir el rezo.

Es una lástima que no se rece el Rosario con mayor frecuencia, especialmente siendo una práctica tan indulgenciada y recomendada por la Iglesia.

En este vídeo se oye el testimonio de alguien que a pesar de los nervios decidió pedirle a un taxista que rezara el Rosario con él y cómo esa experiencia resultó en una maravillosa iniciativa:

Hace 11 meses ya habían distribuido 120.000 copias del disco, sin contar con la “piratería” que animan en el vídeo con tal de que más personas aprendan a rezar el Rosario. A veces lo único que necesitan otros para empezar a rezarlo todos los días es que alguien les pida de vez en cuando que lo recen con él. ¿Le ha pedido alguien alguna vez que rezara el Rosario con él? ¿Le ha pedido alguna vez a otra persona que lo rezara con usted?

¿Le daría vergüenza hacerlo?

Una vez que nos decidamos a pedirle a alguien a rezar con nosotros, no debería de sorprendernos que nos encontremos con la tentación de no hacerlo por diversos motivos, como por comodidad, por vergüenza o por respeto humano.

Que el Señor nos ayude a superar la tentación de buscar nuestra propia comodidad para poder hacer el bien a otros, como por ejemplo pidiéndole a alguien que rece el Rosario con nosotros.

Fuente: infocatolica.com

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