En el día cuida Ancianos, de Noche lleva el Rosario a Prostitutas y Homosexuales

Salvador Iñiguez es mexicano. Desde pequeño oía a su abuela hablar de la Virgen María, por lo que su infancia y juventud fueron marcados por la oración y su ejemplo virtuoso.

Hoy en día, su trabajo como auxiliar en un geriátrico ha contribuido a que lleve una “doble vida”. Durante el día, cuida de ancianos y enfermos, y por la tarde se “arma” con un rosario y con una figura de Nuestra Señora y se desplaza a los suburbios y a las zonas más peligrosas de Guadalajara conde evangeliza a prostitutas, travestis y homosexuales hablándole de Ella, organiza grupos de oración en sus barrios y a menudo reza con ellos por la calle.

Normalmente se acerca a las prostitutas preguntándoles: “¿Cuánto pides?”, y una vez que le ha dicho el precio, les contesta: “¿Te ha dicho alguien alguna vez que vales mucho más, que vales cada gota de la Sangre de Cristo?”, y les empieza a evangelizar.

Junto a un amigo han fundado el apostolado “Dame tu corazón herido”, cuyo objetivo es hacer llegar la palabra de Dios a los que considera no creyentes: prostitutas, homosexuales, drogadictos e indigentes.

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