Astrid Muñoz, la ex top model que Reza el Rosario Todos los días

Astrid Muñoz, puertorriqueña, fue una de las modelos más cotizadas de finales de los años 90. Ha sido calificada en varias ocasiones como una de las mujeres más guapas del mundo y, según confiesa, para ella es un verdadero orgullo haber llegado tan lejos en su trayectoria profesional. Durante su trayectoria ha desfilado para diseñadores de la talla de John Galliano, Chanel, Oscar de la Renta, Jean Paul Gaultier y Ralph Lauren. Ha sido portada de las revistas más importantes del mundo.

astrid muñoz un rosario por chile A pesar de que consiguió alcanzar el éxito profesional y convertirse en una afamada «top model», no todo fue un camino de rosas para Astrid. Ha declarado que el comienzo de su carrera fue muy complicado y que, siendo muy joven, tuvo que dejarlo todo y viajar a Europa para poder cumplir su sueño de convertirse en modelo.

Se siente orgullosa de haberse atrevido a tomar esa decisión y, a pesar de las dificultades con las que se encontró, se alegra de haberlo hecho.

“Como un rayo en la cabeza”

Hace dos años la vida de Astrid Muñoz dio un giro de 180 grados. En aquel entonces, fue de peregrinación al santuario de Medjugorje, situado en la parte sur de Herzegovina, y tuvo una especie de revelación. “Fue como un rayo que me cayó en la cabeza y me convertí, tuve una conversión muy poderosa. Salí de allí rezando el Rosario todos los días, ahora voy a misa bastante a menudo…”, afirma.

Para ella la religión ha pasado a tener un papel fundamental en su vida, algo que le ha hecho transformar su visión sobre el mundo. “Me ha cambiado mucho. Hace dos años no iba a la iglesia. Estudié en un colegio católico pero no era católica, no tenía tanto fervor”.

Y es que la modelo valora mucho la paz que la religión le ha hecho encontrar, una paz que no había conseguido con ninguna otra cosa. Considera que la ha hecho “una mejor persona, más simpática con quienes me rodean, con la naturaleza… con todo”.

Además, añade que siente que le está “centralizando todo”: “Cuanto más cerca estoy de Dios, más en paz conmigo misma y con el mundo y más centrada me siento”.