Papa Francisco: La oración del hombre humilde es la debilidad de Dios

En homilía desde Casa Santa Marta el pasado 16 de noviembre Papa Francisco dijo que la humildad y la perseverancia, son aspectos fundamentales de la oración.

Recordando la parábola de la viuda quien pide con insistencia a un juez injusto que le haga justicia (Lucas 18: 1-8), el Santo Padre reflexionó: “Dios hace y hará justicia a sus elegidos, que gritan día y noche hacia Él”, como sucedió con Israel guiado por Moisés fuera de Egipto.

“Cuando llama a Moisés –agregó el Papa-, le dice: ‘He oído el llanto, el lamento de mi pueblo’. El Señor escucha. Cuando el Señor toma la defensa de su pueblo, es un guerrero implacable y salva a su pueblo. Salva, renueva todo: ‘Toda la Creación fue modelada de nuevo en su propia naturaleza como antes’. ‘El Mar Rojo se convirtió en una carretera sin obstáculos… y aquellos que tu mano protegía, pasaron con todo el pueblo'”.

El Señor, dijo el Vicario de Cristo, “ha escuchado la oración de su pueblo, porque sintió en su corazón que sus elegidos sufrían” y les salva de modo poderoso:

“Esta es la fuerza de Dios. ¿Y cuál es la fuerza de los hombres? ¿Cuál es la fuerza del hombre? La de la viuda: llamar al corazón de Dios, llamar, pedir, lamentarse de tantos problemas, tantos dolores, y pedir al Señor la liberación de estos dolores, de estos pecados, de estos problemas. La fuerza del hombre es la oración y también la oración del hombre humilde es la debilidad de Dios“.

“Vosotros sois como la viuda –concluyó el Papa-; rezad, pedid, llamad al corazón de Dios, cada día. Y la viuda nunca se dormía cuando hacía esto, era valiente. Y el Señor escucha la oración de su pueblo.”