Convertida con sólo Rezar el Rosario
Caroline Burt como muchos ingleses fue bautizada y educada en la fe anglicana, pero finalizada la etapa escolar abandonó toda práctica de una fe que no tocaba su alma. Más sugerente fue para ella incursionar durante siete años en el tarot, espiritismo, reiki y otras múltiples facetas de la New Age que provocaron en ella una ausencia total de paz y un hambre espiritual insaciable. Cada vez necesitaba probar nuevas ofertas de la New Age, atrapada en una espiral adictiva y errática tras un sentido para su vida. Todo cambió al entrar a una iglesia y rezar el rosario.
Pero en septiembre de 2011 mientras visitaba Ryde, su pueblo natal, en la Isla de Wight comprendería que Dios había estado llamando a su puerta y como ha ocurrido con muchos testigos que presentamos en este sitio web, el rosario disolvería sus miedos y dudas.
Pasaba por la iglesia y sin saber cómo se vio rezando el rosario
“Por alguna razón, decidí dar un paseo por mi pueblo. Mientras caminaba por la parte alta de High Street, vi una puerta abierta y mis pies me llevaron dentro. Había vivido en Ryde 14 años, y aunque suene raro, nunca me había dado cuenta de que allí hubiese una iglesia, si bien pasé ante ella cientos de veces. Entré, pero yo no sabía entonces que era una iglesia católica, e intenté pasar desapercibida. El cura decía algo, la gente respondía, y aunque las palabras pasaban de largo para mí, algo en mi interior se movió”.
Pero Caroline se resistía y salió del lugar. A los pocos días el hecho se repitió –la misma atracción, la misma paz, la misma sensación de que algo bueno ocurría en su ser- cuando movida por una fuerza ajena a ella acudió al templo de la Abadía Benedictina de Quarr.
Al salir se dirigió a la pequeña salita de venta del monasterio y sin pensarlo le preguntó a la encargada del local… “¿Cómo me hago católica?”. Salió con un libro y el teléfono de quien coordinaba en el lugar los cursos de iniciación en la fe. Acudió a los encuentros pero las dudas no la abandonaban. Su miedo a esta nueva doctrina que confrontaba toda su vida se transformó en auténtica crisis cuando supo que debía confesarse antes de ser bautizada. En un arranque emocional decidió que mejor sería retornar a la iglesia anglicana. Hizo cita y hacia allí se dirigía un viernes por la tarde, cuando se encontró en la calle con la que sería su madrina.
– ¿Qué te parece si vamos a la parroquia y rezamos juntas el Rosario un rato? -dijo la señora…
El rosario disuelve miedos y dudas
Caroline nunca había rezado el rosario. Pensó que acabarían muy pronto, y que aún tendría tiempo de ir a su cita en la parroquia anglicana. Así que accedió, y rezó su primer rosario.
“Fue adorable. Me equivocaba, me liaba aquí y allá, pero algo me sucedió durante el rosario. Supe que Dios me había enviado a esta señora para que no abandonase la Iglesia Católica. Al acabar, dijimos una oración, y di gracias a Dios. Después, le expliqué a ella lo que había estado a punto de hacer. Nunca fui a la parroquia anglicana, y una semana después me confesé por primera vez.”
Aunque sus padres y parientes no han querido saber nada de su decisión de hacerse católica Caroline se mantiene firme. Es miembro de la Legión de María y voluntaria en la librería de la Abadía de Quarr, donde por primera vez decidió hacerse católica rezando el rosario.